martes, 26 de julio de 2016

Caminito Chocos - Plaza Futura

Y vos sabés cómo a media semana te dan aquellas ganitas de salir tu ratito pa' despabilarte, porque aún falta para el finde, pero ya sentís que merecés tu break... Y así nos pasó este miércoles con Gabriel. A eso de las 7 de la noche nos fuimos para Plaza Futura a ver qué encontrábamos, ya que era lo que nos quedaba cerca y nos gusta el ambiente del lugar. Entramos -como siempre- por Bennigan's y decidimos ir a ver qué había de bueno (además que la barra del Bennigan's estaba topada).

 Para no alargar, nos fuimos a Caminito, que por tener también espacio al aire libre, fue la mejor elección, pues mi Gabriel tiene aquello del humito. Nos sentamos en la barra, no había nadie más en ella y nos pareció la mejor opción en ese momento. El mesero muy amable y medio atento me ofreció la promoción de tragos que había para las cheras (2x1), pero yo como soy más de cervecita, me dijo que también estaban para nosotras las Golden a dólar.



El ambiente estaba muy alegre, había música en vivo, que fue lo que me gustó, el grupo que habían llevado estaba tocando música tipo "Nothing else matters", The Doors, "I wanna fly away", Red Hot Chilli Peppers, etc., ya te hacés la idea. Tuvimos la suerte de que no lloviera, ya que si hubiera llovido la tri hubiéramos regado, pues ahí no hay nada que proteja contra las tempestades, por lo que deja de ser opción.



Opté, entonces, por la Golden y Gabriel pidió Pilsener. Nos las sirvieron rápidamente y debo reconocer que por lo menos estuvieron pendientes de cuando nos las terminábamos porque casi que ya nos tenían destapadas otras dos. Algo que sí me agradó, es que en una de esas, el bartender me sirvió una Golden que se miraba gloriosa, reee helada; lo malo fue que en realidad estaba congelada, sólo pude darle un sorbo y luego ya no salió nada. Sin yo solicitarlo, él, cuando se dio cuena que comentábamos esto con Gabriel, tomó la cerveza congelada y me la cambió por una en perfecto estado. 

Lo que sí tiene de desventaja frente a otros lugares de Plaza Futura -como Bennigan's y Olive Garden- es que no cuentan con baños propios, por lo que hay que ir hasta los que están por el Starbucks; para alguien con complejo de chicharra, como yo, resulta un tanto molesto. En una de esas, cuando regresé del baño de damas, noté que Gabriel tenía el celular cargando en la barra. Me comentó entonces que el bartender le había prestado un cargador, ya que él no andaba uno consigo. Tri buen set. Finalmente optamos por pagar, ya que iríamos a cenar a la casa (no porque no recomiende la carne, es buena, pero porque no planeábamos comer ahí).



Recomendaciones de Ariana:

El restaurante no sólo se encuentra ubicado en uno de mis lugares favoritos (Plaza Futura), sino que de por sí el ambiente del mismo es agradable y se preocupan por tener música agradable y a veces, como esta, música en vivo. Tenés la tranquilidad de dejar tu carro en un estacionamiento seguro y el poder sentarte al aire libre es un plus. Lamentablemente en épocas de lluvia deja de ser opción y toca ubicarse adentro, que es un tanto pequeño para mi gusto. El lugar no cuenta con baños propios, pero ese inconveniente lo compensaron bien, al menos en esta visita. Nos fuimos felices y contentos.

sábado, 16 de julio de 2016

Shaw's - Basilea

Dominguito en la tarde, y el café -como cualquier otro día- no puede faltar. Quedamos con Claudia, mi mejor amiga, de ir por uno para parlar un rato. Yo inicialmente sugerí ir al Paseo, pero ella me dijo que mejor a Basilea, porque ahí se puede fumar y que ella siempre va ahí (y yo que soy tan difícil de convencer, le dije que sí). Llegué yo primero, encontré parqueo en los de afuera, que me pareció ideal porque iba a estar sentada justo arriba. Subí al local y honestamente estaba bastante lleno para ser domingo. Me senté en veintiúnica mesa disponible que estaba en la orilla. Un mesero muy amable se acercó a preguntarme si esperaba a alguien o si era forever alone, le dije que esperaba.

Mi amiga llegó como a los 7 minutos, tan pronto llegó en vez de decirme hola, me dice "Uy, niña, qué lleno está acá, y ¡cuánto señor! Creo que no voy a poder fumar acá, vámonos para afuera". Con esto, ella se refería a las mesas que se encuentran justo en medio de la placita de Basilea, con arbolitos y eso. Nos movimos, y como que espantamos a una familia que estaba ahí que justo llegamos se fueron (yaaaayyyy).

Se acercó nuevamente el mesero y procedimos a ordenar. No estábamos seguras por el calor si queríamos bebida caliente o fría, pero al final terminamos por pedir cafecito caliente, que era lo que en realidad nuestro corazón quería. Le dije al mesero "Un americano de 16 oz, por favor, pero regálemelo bien suave" (tomo demasiado café en la semana), y la Clau pidió un su Latte de 12oz. Lo que sí la Clau le dijo al mesero, fue que no le dieran el café en vaso desechable como la vez pasada, sino que en taza de la gente, a lo que el mesero contestó que sólo tienen tazas de 8 oz. Le dijimos entonces, que llevara el vaso desechable pero que nos prestara un par de tacitas para poder disfrutar el café.


El ambiente de esta placita es muy agradable. A pesar de que no había música ambientando para nada, me encantó el poder disfrutar ese cafecito entre arbolitos y en paz. Ideal para platicar. Minutos más tarde llegó el mesero con los cafés como los pedimos, con las tacitas aparte, para poder tomarlo ahí. Como la plática y el ponernos al día se nos alargaba, pedimos otro café... Se nos pasaron las horas para ser verdad, y ya cuando vimos que se nos ponía oscurito, decidimos pedir la cuenta, rápidamente la llevaron. Le pedí al mesero que no se fuera, que de un sólo pagaríamos, por lo que medio vi la cuenta y el detalle porque me pareció que me cobraban más de mi estimado. Igual le di la tarjeta y observé al mesero acercarse a la caja.


Rápidamente agarré el menú y corroboré que no me encontraba equivocada: mi café de 16 que ordené, cuesta $2.10 y me acerqué a la caja antes de que pasaran mi tarjeta por más. Pedí al mesero la cuenta nuevamente y me percaté de que él me estaba cobrando el "Café Espresso Americano" y no el "Café Shaws Americano" que es el que pedí. Me contestó él entonces, que ese esspreso que me sirvieron se elaboraba diferente y con otros granos y otra cafetera y bla bla bla... educadamente lo interrumpí y le recordé frente a la cajera que yo lo que le pedí fue "Un americano de 16 oz, por favor, pero regálemelo BIEN SUAVE"... ¿¡cómo diantres va a ser eso un freaking ESPRESSO!? Ah claro, pero como vale más, metámosle ese a la bicha esa, que ni se va a dar cuenta. Le dije al mesero que por favor hiciera el cambio, que no iba a pagar por algo que no ordené, seguidamente me regresé a la mesa con la Clau a esperar mi voucher con el monto correcto. Me lo llevaron.


Recomendaciones de Ariana:

El centro comercial Basilea, en el que se encuentra este Shaw's, es muy pequeño, pero bonito. El ambiente es muy agradable y acogedor. Hay mucha paz mientras no se encuentre tan lleno, y es muy accesible, encontrándose en la Gran Zona Rosa. En esta ocasión, tuvimos suerte de que no estuviera lleno en la placita donde nos sentamos, por lo que pudimos con la Clau "chambriar diagalán" y estábamos más cerca de los baños (del centro comercial). Referente a lo de la cuenta que te comenté, aunque sólo haya sido un dólar el que me estaban bajando, siento que es de muy mal gusto aprovecharse de las personas de esa manera. Lo justo es lo justo, y lo justo es pagar por lo que pedís. Sí recomiendo el place, recomiendo el café, muy rico y recomiendo también revisar la cuenta antes de pagar. Just in case.

lunes, 4 de julio de 2016

Boca de Lobo -Santa Elena-

Me acuerdo que el año antepasado celebré la victoria de Alemania para el mundial, pero cuando juega contra Italia, olvidate, in alcun modo! En esta ocasión, para la Copa América, fuimos con mis amigas a ver el game a la Boca de Lobo de Santa Elena, aprovechando que era buena hora para almorzar. Ya conocíamos el de San Benito, por lo que decidimos ir a conocer el de Santa Elena, que queda justo ahí por la AVON, en un centro comercial, cerca de la Embajada.

Llegamos cerca de las dos de la tarde, me gustó que hay parqueo subterráneo así como frente al local. Por el solón que ya te imaginás, me fui para el sótano con mi amiga que iba en mi carro. Subimos al local a esperar a las demás, entramos y notamos que había un sólo salón cerrado (con aire acondicionado) y había una terraza con mesas también, sin embargo por el calor optamos por sentarnos obviamente adentro. El mesero nos consultó si esperaríamos a alguien más, y contestamos que éramos 6 en total, por lo que nos limpiaron una butaca de las del final (estaban todas sucias u ocupadas).


Nos fuimos a sentar finalmente, y nos llevaron el menú. El mesero nos ofreció algo de tomar, pero le dijimos que esperaríamos a las demás y nos pusimos a ver el juego. El par de televisores que hay son pequeños, pero la hacen para ver el partido, especialmente porque tampoco es un local muy grande. Más adelante llegaron nuestras amigas, nos llevaron otros menús y cuando nos decidimos por la comida, la ordenamos. Llamé al mesero para tomar nuestra orden, ya que luego de que le pedí darnos unos minutos para escoger, ya no se volvió a asomar.


Como es de imaginarse, los precios no son ni los más cómodos, ni los más caros (considerando el tipo de lugar o cocina). Sin embargo, en lo personal, esperaría una mejor calidad en la comida para lo que se está pagando. Bueno, ordenamos primero la bebida. Para la comida, te comento que mis cheras iban a compartir dos pizzas de 14" (una Margarita y otra "De la casa - Boca de Lobo") y yo pedí para mí una orden de Bruschettas de hongos y pesto (dejando claro que este era el "plato" para mí). Cerca de los 5 minutos nos llevaron las bebidas y a los 10 de haber ordenado más o menos, llevan a la mesa mi plato de Bruchettas y me lo pone el mesero frente a mí (¡qué mal gusto!). Le dije, entonces: "Disculpe, ¿cree que puede traer toda la comida al mismo tiempo? No voy a comer sola antes de que las demás también tengan su comida". El mesero sin decir nada, me retiró el plato y se lo llevó (estaba segura de que ese plato iba a estar nasty a la hora de comérmelo).

Más adelante llevaron las dos pizzas y luego llevaron mi plato. Efectivamente, ni siquiera me pude comer más de dos Bruschettas y media, estaban no sólo grasosísimas, sino que como ya tenían ratos de estar aplastadas, el pan estaba mojado y aguado por el aceite y el queso de encima ya helado y tieso. Bueno, aproveché para probar la pizza y no quedarme con el "no la probé". Se miraba muy rica la de la casa, que era la que llevaba Prosciutto, Pepperoni y Pastrami. Para mi gusto estaba un tanto salada, no habría podido comer más de una si hubiera escogido eso de almuerzo. Entiendo que lo salado era principalmente de los jamones, pero por lo mismo creo que la combinación de esos tres no es la mejor.
Terminamos de comer y seguíamos viendo el partido, y no sé si por el agua o por los nervios de los penales, pero tuve que ir al baño de damas. El sanitario con el que cuenta es singular, creo que es suficiente para ese local, y el mismo me pareció agradable y limpio, digamos. Regresé a la mesa, terminamos de sufrir con el partido, pedimos la cuenta y nos la llevaron rápidamente.

Recomendaciones de Ariana:

El local no fue muy de nuestro agrado: la butaca en la que estuvimos tenía una grande entrada de luz, que honestamente sí nos molestaba no sólo para ver la tele, sino en sí molestaba la vista. Todo el espacio del restaurante tenía esta gran entrada de luz también, que le quita un poco exclusividad a mi modo de verlo, porque había un gran luzón en todas las mesas (como si hubieran estado en terraza). Honestamente, tuvimos la opinión común que es mejor la Boca de Lobo de San Benito. Referente a la comida, no quedé satisfecha, las Bruschettas en especial iban cargadas con mucho aceite y encima me las comí heladas y aguadas. Nunca se sirve así un plato (aunque por error lo hayan sacado antes). Por último, los meseros -aunque algo serios y simplones- fueron amables (todos eran hombres). Si tenés la opción de ir al de San Benito, no recomiendo este en su lugar.