Bueno, cuando llegamos él me pidió que me quedara en el carro, quizá lo esperé unos 7 minutos mientras lo miraba a lo lejos caminar de arriba para abajo.
Luego volvió por mí y al salir del carro pude sentir un clima exquisitamente fresco, casi frío; nos dirigimos a una cabañita súper bonita y frente a una linda vista. Al entrar a la cabaña, por supuesto, Gabriel me tapó los ojos para entrar y al entrar me sorprendió con una imagen muy linda: cabañita de madera, limpia, ordenada, mesa para dos, botella de vino, pétalos de rosa por aquí y por allá, y la vista que te conté.
Más tarde, un par de horas después, Víctor se encargó de prender una fogata para nosotros (y dado que el lugar no estaba lleno, fue sólo para
nosotros) afuera de la cabañita, un poco más abajo, y como ya a esa hora la temperatura había bajado más todavía, la fogata fue un anillo al dedo, creando una velada espectacular.
Ya para finalizar la noche, era hora de cenar algo, por lo cual Gabriel hizo uso del Walkie Talkie para preguntarle a Víctor acerca de la comida. Víctor hizo de nuestro conocimiento que no cuentan con servicio de restaurante, sin embargo sí tienen un convenio con el Restaurante Paladar Internacional, que queda en la zona y decidimos llamar ahí y ordenar del menú que se nos entregó. La comida pudo haber sido mejor, por suerte el vinito nos ayudó a olvidar esa pequeña pena.
Y, bueno, llegó la hora de dormir y luego de que llegaron a recoger los platos y cubiertos de la cena, llegó Víctor también a dejarnos café molido, para poder hacer uso de la cafetera y en la mañana poder disfrutar de un delicioso y oloroso café.
A la mañana siguiente, ese despertar en ese clima tan sabroso, con ese cafecito de montaña no tenía precio, no queríamos ni salir de la acogedora cabaña. El único problema con el que nos encontramos fue que a la hora de querer bañarnos para salir, nos dimos cuenta de que el calentador de agua no funcionaba adecuadamente, a duras penas entibiaba el agua que de lo contrario me hubiera causado algún tipo de pulmonía (sí, soy drama queen), llamamos al servicial empleado, pero Víctor nos falló pues el calentador no daba para más.
Bueno, llegó la hora de desayunar y nos dispusimos a salir del lugar para también conocer los alrededores. Antes de salir caminamos en los jardines con los que cuentan las TownHouses y nos deleitamos con la vista y la frescura. Luego terminamos saliendo del lugar y fue entonces que vimos -a menos de dos kilómetros quizá- el restaurante que te mencioné, y con tal de no alejarnos mucho del lugar decidimos quedarnos ahí, pues ahí cerquita fue lo único que teníamos a simple vista.
El desayuno en el lugar estuvo aceptable, el lugar estaba solo, el único inconveniente era la ubicación del baño (unisex, por si se puede empeorar) que había que atravesar tierra para llegar a él. Bueno, aprovechamos el estar ahí en el restaurante para hacer un pequeño comentario respecto a la comida de la noche anterior, y el costo de una botella de vino blanco, que nos dieron a más de $30.00. Y como el hubiera no existe, ya no podíamos hacer o decir nada, la experiencia es la que cuenta.
Regresando a Los Naranjos, nos percatamos de que habían actividades extremas o recreativas, ofrecidas por El Paso de Alaska, que era un local contiguo al nuestro. Decidimos montar a caballo, y dicho paseo fue muy lindo y divertido. Retornamos a la cabaña, permanecimos en la terraza de la misma, donde las horas se nos fueron volando. El check-out era a las dos de la tarde, sin embargo nos dieron un "late" check-out debido a que no había reservación para ese día en nuestra cabaña. Nos retiramos del lugar pasadas las cinco de la tarde.
Recomendaciones de Ariana:
El servicio fue muy bueno, las instalaciones fueron excelentes (con el pequeño detalle del agua para bañarse), los servicios que se ofrecen son acordes a la ocasión y el clima exquisito, no querrás perdértelo con tu pareja, creeme. Tené en cuenta de llevar ropa para clima frío, hubiera querido haber llevado una bufanda y guantes (la más exagerada), asimismo, querrás llevar tu botellita de whiskey o snacks en tu maleta, pues no nos revisaron nada. Un súper plus será que llevés o amplificadores o un reproductor de sonido para poder ambientar. Finalmente, no olvides llevar la mejor disposición para desconectarte del mundo y vivir brevemente en un paraíso.
Buenísimo!!
ResponderBorrarQue buen blog, gracias por compartir tu experiencia, por cierto muy bonita, estaremos esperando que compartas tus próximas experiencias.
ResponderBorrarExcelente manera d contar sobre los lugares q visitan... me gustaria, si no es mucha molestia que hablaran mas sobre las comidas, su calidad, sabor vs precio y si estaba todo lo del menu. Y como un plus, si encuentran lugares con opcion vegetariana...Q sigan disfrutando las salidas!
ResponderBorrarMuchas gracias por tu comentario y sugerencia, haré lo mejor por brindar la mayor información posible para tener una mejor idea de todo. Gracias por estar pendiente del blog, qué gusto que es de tu agrado.
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