viernes, 30 de octubre de 2015

Pekin City - Restaurante

Todos los mortales tenemos esos 60 minutos express de almuerzo, donde de pronto nos dan ganas de ir a comer algo rico y nuevo para salir de lo cotidiano. Fue así que este día Gabriel fue por mí a la oficina a la una de la tarde para ir por algo que nos quedara céntrico a los dos, y es como fuimos a parar ahí por el Hilton, sobre la Avenida Las Magnolias para ser exacta (o por "La Zona" para ser cool).

Vimos (por los símbolos, signos o babosadas chinas que ponen a la vista) que era comida oriental, por lo que decidimos entrar y darles la oportunidad de apantallarnos. Nos parqueamos en el estacionamiento privado con el que cuentan, nos recibió muy amable el gerente en la entrada y nos invitó a entrar. Habían dos butacas ocupadas y decidimos sentarnos en otra, justo abajo del único televisor plasma.

Se aproximó inmediatamente un atento y simpático mesero a ofrecernos el menú ejecutivo y el normal. Con afán de lavarme las manos, me levanté al baño de damas, el cual se encontraba impecable y es suficientemente amplio, lo que me gustó mucho. Regresé a la mesa con Gabriel, quien estaba afanado viendo el menú. Nos dispusimos a ver qué ordenábamos y el menú ejecutivo del día nos pareció perfecto (por sólo $5.00, cada día te dan a elegir entre 3 platillos los cuales van acompañados de arroz frito y chao mein, con una sopa de entrada y por supuesto, bebida). Gabriel se fue por el cerdo rostizado con salsa agridulce y yo por los vegetales mixtos SIN tofu (tampoco ando con pelazones vea). Yo, como ya tú sá, siempre tomo agua, la cual no estaba contemplada entre las opciones. Sin embargo, el mesero muy amable me ofreció llevarme un vaso de agua (si, DE agua) sin compromiso, aparte de las dos bebidas que tu tío Gabriel se ganó.

Al corto tiempo nos llevaron las dos sopitas de Wan Tan de entrada, que estaba deliciosa y seguidamente nos llevaron estos monstruosos platos con lo que cada uno había pedido. Te digo: qué hartada, deliciosa y por supuesto "llenadera". Gabriel le dio vuelta a todo, yo tuve que pedir para llevar el arroz y el chao mein, porque no me lo pude comer todo. Ah, y olvidé contarte que cada orden también llevaba 2 panes.

 En lo que comíamos, pudimos sentir a 4 empleados (nuestro mesero, otros dos y un cocinero) observándonos fijamente, algo creepy, sin embargo después nos dimos cuenta que estaban en lo mejor de ver el noticiero en la tele que teníamos justo arriba de nosotros. Eso fue lo único que sí nos molestó un poco, pues no tuvimos nada de privacidad versus una demasiado buena atención. 

Finalmente, pedimos la cuenta y, como era de esperarse, nos la llevaron inmediatamente. Nuestro mesero ilidadestrella la fue a entregar y su amab fue tanta y la cuenta tan poca, que le dimos propina extra. Y nos fuimos felices, gordos y contentos.


Recomendaciones de Ariana:

El lugar queda en una zona segura y accesible, cuenta con parqueo privado y seguridad. Los empleados son muy atentos y amables y la comida verdaderamente estaba rica. Quiero hacer especial énfasis en que esa hartazón nos hubiera fácilmente costado cerca de 20 dls en otro lugar: como mencioné arriba, por sólo $5.00 te dan casi demasiada comida. Recomendadísimo ir si disfrutás de la comida oriental!

sábado, 17 de octubre de 2015

Worldgames - Multiplaza

Vos sabés que llegan días que ese niño interno que todos tenemos le agarra aquella jodedera vea, entonces nosotros, en uno de esos, decidimos con Gabriel ir a Worldgames, aprovechando que andábamos en Multi dando vueltas. Era cerca de medio día en un soleado sábado que entramos a este mini mundo mágico de maquinitas y juegos para la bichada.

Ya tenía mucho de no entrar, por lo que me emocioné más, puesto que lo han remodelado y de alguna manera se ven hasta más amplias las instalaciones. Nos acercamos al área del mostrador, donde muy amablemente nos atendió un muchacho, preguntándonos si ya contábamos con la tarjeta (donde te acreditan el monto que vos pidás), y la verdad yo andaba una pero más vieja que la cuca así que le pedí que me diera una nueva, por el valor de $1. Él la sacó y Gabriel pidió que nos acreditaran a ella $25.00, yo en ese momento me quedé como que "WTF?! tanto vamos a jugar?" ja, pero ya te cuento...


Bueno, no sé si por la cantidad que pedimos o qué, pero nos regalaron todavía $7.50 adicionales en la tarjeta, por lo que contábamos con un total de $32.50 para jugar, que yo, honestamente, juré que no nos lo gastaríamos todo en esa visita. También nos aclararon que otra modalidad de pago es hacerlo por hora, a $15 por persona (que incluye todas las maquinitas a excepción del trampolín). Bueno, pero ya con tarjeta en mano que entramos ya a las maquinitas, había música electrónica de fondo, la temperatura del lugar estaba agradable y había una gran variedad de juegos y maquinitas donde perder un buen rato el tiempo.


Comenzamos aproximándonos a una maquinita que es simulador de Avión, ya que Gabriel andaba ganas de hacerlas de piloto ($0.50). Luego, yo -como siempre- con ganas de mover el ya tú sá y me fui a hacerlas de break dancer al "DDR Dance Dance Revolution" ($1.00) que me encanta porque si bailás bien, tenés 3 diferentes canciones a escoger para bailar, si la regás en la primera se acaba el juego. Bueno, después vimos esta máquina que era como la de los discos de hockey, que se llamaba "Pacman Smash" y por curiosidad la probamos ($2.00) y bien chiva, dura poco la verdad, pero es como la del table hockey pero en esta salen montón de discos y comenzamos a tirarlos a la loca, lo que fue bien emocionante, los dos puros bichitos ahí.


Luego para sentirnos más grandecitos, nos fuimos para el toro mecánico que tienen, Gabriel lo hizo primero ($1.50) y logró no caerse, yo lo intenté después de él y me caí como 3 veces en lo que dura la babosada endemoniada. Luego, cerca del toro vimos este juego que se llamaba "Toonstone" ($1.50) que fue uno de mis favoritos, con escopeta tenías que dispararle a ciertos targets que se te indican y no era en pantalla sino que las cosas estaban justo ahí como bares, calaveras y cactus.

Después Gabriel vio el "Super Hacker" ($0.50) y quiso pegarle a la cosa, es de esas que te dan un martillo y tenés que pegar con toda tu fuerza, en este caso para demoler un edificio o no sé qué en la pantalla, a mí no me gustó y al final ni a aquel. Bueno, jugamos en varias maquinitas más, la mayoría andaban en los ($0.50) y finalmente llegamos a "Plinko" que quizá es la que más nos gustó, porque no mucha gente la entiende, por lo que pasa vacía, pero por $1.00 te dan seis monedas para lograr el objetivo del juego y la verdad es que te da muchos tickets. Le dimos como 6 veces e hicimos muchos tickets sólo ahí.


Bueno ya cuando nos habíamos acabado las bolas (sí, nos echamos los $32.50 jugando) nos fuimos a la máquina donde se meten todos los tickets que acumulaste y te los acumulan en la tarjeta (hicimos 749 tickets en total, pues la mayoría de los juegos te dan), claro, suenan a mucho pero los premios que tienen andan por los 22,000 tickets y así si querés un peluchito decente haha. Y bueno, finalmente, luego de una hora y media o dos, nos fuimos y salimos todos chorreados y felices.



Recomendaciones de Ariana:

Las instalaciones del local son muy buenas y la verdad ha mejorado muchísimo, hay una gran variedad de juegos para entretenerse y es un lugar tanto para grandes como para chicos. Creo que la modalidad de pagar por juego es mejor que pagar por hora, pues te podes tomar tu tiempo para poder elegir qué juego probar y eso. El hecho de no andar teniendo que meter monedas es un gran plus, pues es sólo de deslizar la tarjeta acreditable por las maquinitas. Finalmente, te recomiendo que cuando estés aburrido, andás cerca, o -con mayor razón- si tenés hijos, te echés un tu vistazo, de pronto y te animás y te terminás quedando un par de horas como yo.

jueves, 17 de septiembre de 2015

Ben's Coffee - Multiplaza

Pues te cuento que tuve que ir a hacer un mi mandado a Multi, a la salida del trabajo en un -por supuesto- día de semana. Fue entonces que el pasado martes fuimos con Gabriel a Sanborns y decidimos al salir de ahí ir por un cafecito y le sugerí ir al "Juan Valdez" que vi en la entrada del almacén. Gabriel me dijo que era buena idea, sólo que ahí donde estábamos que era el Nivel 1 (arriba de la planta baja) no había un Juan Valdez, sino un Ben's Coffee y, en efecto, estaba en lo cierto y con afán de sentarnos lo antes posible, nos ubicamos ahí, ya que no estaba lleno.


No diré "las instalaciones" porque no cuentan ni con pared propia, por lo que le llamaré "el puesto con mesas". Este es muy bonito, amplio para ser un puesto y muy acogedor. Los muebles son cómodos (al menos los sillones sí lo eran) y todo muy agradable a la vista (colores en tonos café). Nos decidimos sentar y llegó una mesera (la única, de hecho) a darnos los menú para elegir qué ordenar. Inmediatamente nos percatamos de que las mesas se tambaleaban demasiado, temiendo derramar el café toqué la de la par y noté que estaba igual. Bueno, sólo porque el sillón estaba rico lo dejamos pasar y nos pusimos a charlar con Gabriel. Cuando vinimos a sentir ya teníamos a la mesera preguntándonos qué íbamos a ordenar.




Al no haber visto el menú, lo abrimos rápidamente y nos fuimos a la página del café café (no babosadas que son más azúcar y crema que otra cosa). No había "Café Americano", que era lo que deseábamos, por lo que le pregunté a ella por este. Nos comentó que "Café Americano" como tal no tenían más que en espresso, lo que me pareció que no estaba bien, pero me calmé y le pregunté por la alternativa a un Americano de la gente. Me señaló la empleada que los que ellos tenían como equivalentes eran el "Prensa Francesa", el "Aeropress", el "V60" o el "Conno Melita", osea oí qué nombres más exóticos (Oh, sí, elixir de los dioses, dije yo). Me dijo que el menos ácido y el que nos TRI recomendaba era el "Melita". Noté en el menú que el de 8oz de las tres clases costaba $2.49... como que era aeropuerto la babosada. Bueno, no pude evitar la cara y la expresión que puse al saber el precio de esa miadita de café, y sólo le pude decir a la empleada que me llevara el de 8oz, ya que si era de 12oz me costaba $3.00 haha nosenkiu. Gabriel hizo lo mismo.


Quizá se tardaron sus 8 minutos en llevarnos los café y para más joder los vi algo grandes, por lo que le pregunté si esos eran los de 8oz, y me dijo que no, que de 12oz. Bueno, como no me atienden personas muy brillantes, le tuve también que decir que no era lo que pedimos, que eran de 8oz. Ella todavía me hace cara de "qué joder..." sonriendo a la fuerza, y Gabriel, cuando me vio la vena saltando en mi frente, decidió mantenerse al margen y sólo sonreir.



Finalmente, nos llevaron el café en la medida que ordenamos y decido darle una probadita a ese elixir maravilloso y tan lujoso que estábamos por darnos. Te lo resumo en 3 palabras: No-lo-terminé. Estaba tan ácido que me molestó un poco el estómago (y viene de alguien que se da tracaladas de diferentes tipos de café al día y siempre negro y sin azúcar). Gabriel le hizo un poquito más de aquellos y tomó un poco más, siempre dejando algo, sin deseo de seguir tomando. Luego de seguir hablando sentí un poco como de agruras y le pedí a Gabriel que nos fuéramos. Al no estar nadie ni siquiera asomándose, nos tuvimos que poner de pie e ir a pagar al mostrador esos $5.00 que sí dolieron.




Recomendaciones de Ariana:

Este puesto de café queda bien a la pasada, lo que es bueno para cuando querés picar algo o de repente te dan ganas de un rico chocolate o una bebida dulce y no tenés tiempo de ir a comer a un restaurante u otro lugar. El menú con el que cuentan es muy variado, hay cafés, chocolate caliente, bebidas frías, sandwiches, wraps y postres. Es bonito el ambiente y es un poco "exclusivo" (again, para estar en la pasada). Sin embargo, si lo que querés es disfrutar de un cafecito negro yo, en lo personal, no te recomiendo este café basándome en esta visita. Definitivamente me tomara la molestia de buscar otro, pues aquí el "negro sin azúcar" que probé estaba ácido hasta la madre y carísimo.

domingo, 13 de septiembre de 2015

Quiznos Sub - Zona Rosa

Finalizó un día laboral y luego de hacer un par de mandados ya andábamos con aquella hambre que te cuento. Eran eso de las 7:30 de la noche que íbamos buscando adónde ir a comer, y yo honestamente ya no aguantaba los tacones, por lo que negué la sugerencia de Gabriel de ir a Multiplaza a caminar a las terrazas y decidir ahí.




Fue que decidimos entonces ir a la Zona en busca de algo que no fuera hamburguesas o comida mejicana, pues yo no mucho, güey. Entonces terminamos bajándonos en el Quiznos que queda justo frente al Mc Donald's. Al no estar lleno, tuvimos dónde estacionarnos sin problema alguno (cuenta sólo como con 3 - 4 espacios para parquear, exagerando). Gabriel me comentaba que había visto una publicidad o anuncio de un nuevo "sandwich argentino" o algo así, según él.




Bueno, entramos, las instalaciones muy bonitas e iluminadas la verdad, incluso más amplias de lo que aparentan, pues en la parte del fondo hay más mesas y había música ambientando (a volumen un tanto más alto de lo esperado). Con el calor que hacía en mi lindo San Salvador, cuando entramos sentimos aquel contraste con el aire acondicionado a temperatura baja, que es rico la verdad, sólo que yo en lo personal me moría del frío.


Lo primero que observé al entrar fue un bar de aderezos, lo que me hizo muy feliz y me abrió más el apetito. entre ellos habían: Barbecue, Zesty, Picante y Ketchup, y también habían jalapeños, chirmol y pepinillos (¡oh, sí!). Nos aproximamos al mostrador para poder ordenar, Gabriel -por supuesto- ordenó su sandwich Beef Argentino (30 ctms) en combo con papas agrandadas costó $9.25. Yo, por mi lago pedí el mejor viejo por conocido Beef Especial, siempre en combo, pero todo pequeño ($5.99).



Bueno, me llegó que en este Quiznos (no sé siquiera si es novedad o siempre ha sido así), a diferencia del de Galerías, te preparan la comida frente a vos, como en los Subways lo hacen. Y fue ahí que nos dimos cuenta que el roast beef que usan para el nuevo sandwich es el mismo que usaron para el mío, creo que la diferencia era una salsa verde, que le daba ese sabor "especial". Luego, nos entregaron 2 vasos para poder servirnos la bebida dispensador de sodas (cuentan con refill) y nos indicaron que podíamos llenar una encuesta online con el código de la factura para tener alguna promoción disponible en la siguiente visita. Finalmente, antes de irnos a sentar, pasamos por el prometedor bar de aderezos para poder hacer aquel menjurje de los dioses.


Y comenzamos... Gabriel estaba munchy munchy que no decía nada después de un par de minutos, le tuve que hacer la retórica pregunta que qué tal estaba el sandwich. Por supuesto, le gustó mucho, más que pudo él agregarle aderezos al gusto. Yo, por mi parte, disfruté mucho mi sandwich, que le agregué pepinillos y me encantan. Finalmente, algo que me re encanta del Quiznos son las papitas fritas, pues son diferentes a la de los demás lugares, tienen una forma muy peculiar: grandes, ovaladas y cuadriculadas, no sé, dejame.



Luego me tuve que levantar al baño de damas, me gustó que este se encontraba limpio, bien iluminado y con todo lo necesario. Gabriel también visitó el de caballeros y me hizo saber que se encontraba en las mismas condiciones. Bueno, terminamos de comer y no nos podíamos levantar: estábamos más llenos que el Majahual en Semana Santa. Finalmente, agarramos las fuerzas y nos dirigimos a la salida para ir a descansar después de un inicio de semana ajetreado.


Recomendaciones de Ariana:

Es una buena opción para cuando andás fuera de casa, pues hay variedad y la verdad es que uno queda muy satisfecho. Claro que es más caro que una hamburguesa con papas, pero vale la pena. Este local en específico, no pasa lleno (al menos en las noches) y es muy bonito y agradable. En el mismo tenés la opción de agregarle al sandwich aderezos a tu gusto y pepinillos, chirmol o chiles jalapeños. Finalmente, hay Wi-Fi gratis, sólo es de pedir el password en caso lo necesités, las bebidas cuentan con refill y los sanitarios están en excelentes condiciones. ¡Recomendado!

domingo, 6 de septiembre de 2015

Stones Sports Bar - Galaxy Bowling

Y bueno, como me lo había prometido, fuimos con Gabriel al bar/billar del Galaxy Bowling que te conté en el review que le hice. Llegamos sábado a eso de las 7:40 de la noche, estaba lloviendo y se encontraba lleno el parqueo, por poco nos tocaba encuchar a alguien, pero por suerte ya iban de salida. Dejamos el carro en el parqueo de la entrada principal y nos dirigimos de un solo a la segunda planta, donde está el bar.



Entramos, no había música ni nada, se miraba muerto y únicamente había una mesa de billar ocupada. Todo el bar/billar cuenta con decoraciones deportivas, entre ellas camisetas oficiales de diferentes deportes y equipos, placas, logos y fotografías de jugadores. El aire acondicionado, por supuesto le da un gran plus al bar y la iluminación del mismo me pareció perfecta: mesas de billar bien iluminadas y la parte del bar con una luz más tenue y de colores. El bar queda en el centro del cuarto y es grande, tiene un estilo bien gringo.


Decidimos con Gabriel echarnos una horita de billar, yo con la esperanza de no ir a rayar la mesa por mi falta de práctica y Gabriel con la seguridad de que me iba a ganar. Así que nos ubicamos en la última y nos llevaron las bolas y el triágulo (los tacos ya estaban colocados en la pared de las mesas) y nos informaron que el costo de la hora de billar era de $8.00. Y bueno, comenzamos...


Para empezar, pedí una Pilsener ($2.25) y Gabriel una Suprema Roja ($2.99) que cuesta que la tengan en los lugares, pero aquí por suerte la encontramos. Como ya sabés del mal que padecemos, también ordenamos algo para "picar": unos Stones Jalapeños, que era una entrada de jalapeños empanizados y rellenos con queso ($5.50). Te debo el detalle del menú en general, pues andábamos con ganas de comer algo y después de leer la palabra "jalapeños" nos quedamos con eso, ya que nos encanta enchilarnos. Sin tardanza, nos llevaron la orden de la tan esperada entrada, y lastimosamente nos quedaron debiendo con esta: no pican pero ni por joder, osea deciden quitarles el mayor atractivo que un chile jalapeño tiene. Bueno, nos los hartamos igual y seguimos jugando.


Al finalizar la hora, una señorita se acercó a preguntarnos que si íbamos a jugar una segunda hora, a lo que nuestra respuesta fue negativa y nos fuimos a sentar a una mesa. A todo esto, el lugar ya tenía unas cuantas personas más y seguíamos sin música. Llamamos a una mesera, y Gabriel pidió un cenicero porque es permitido fumar en todo el bar. Asimismo, ordenamos 2 Smirnoff Ice Apple ($3.50 c/u) que -by the way- son deliciosas, muchísimo mejor que las originales. Tanto que nos terminamos tomando 3 cada uno, se volvió una noche feliz.


Más adelante, tuve que visitar el baño de damas, por supuesto, y me dirigí a este que se encontraba atrás del bar, a un costado. Es muy pequeño pero bonito, y lo más importante: limpio y con papel y jaboncito para lavarme las manos como toda una señorita educada que soy. A todo esto, la música la comenzaron a poner a eso de las 10:30 de la noche, algo así, que es cuando ya se había llenado un poco el lugar. En su mayoría, la clientela era gente adulta, no vimos aquella bichada feliz de ya andar con DUI, lo que me pareció excelente. Nos retiramos a la 1:00 de la madrugada, luego de pagar la cuenta total que ascendía a los $42.91 con propina y nos informaron que el lugar cerraba a las 2:00.

Recomendaciones de Ariana:
 
Es un buen bar, lo recomiendo mucho, es bastante privado y el ambiente es un tanto diferente a lo que estamos acostumbrados en nuestro país. Cuenta con aire acondicionado y es permitido fumar dentro del mismo, lo que es bueno si fumas, pues no te toca salir a la calle a hacerlo. Considero que lo deberían de mantener con música desde que lo abren, pues pasamos la mitad del tiempo en silencio. Finalmente, en cuanto a precios considero que son un tanto elevados, pero creo que vale la pena por la exclusividad que te dan. En resumidas cuentas: es buen ambiente, nadie jode y se puede fumar.

miércoles, 26 de agosto de 2015

Restaurante Dos Alas - Volcán de S.S. 19.5 km

Pues con afán de salir de lo mismo de siempre, decidimos el finde ir a desayunar a un lugar nuevo y agarramos camino al volcán con Gabriel. Como era muy temprano, día sábado, pasamos por varios locales camino al volcán que se encontraban cerrados. Fue que le dije entonces, que fuéramos a Las Brumas, pues ya ratos no iba ahí, pero estaba cerrado también y fue ahí que justo enfrente de este local encontramos la entrada a Dos Alas y sí estaba abierto. Vimos muy conveniente darle la oportunidad y doblamos (queda a mano izquierda subiendo al volcán).

Bueno, el parqueo es bonito, entre plantas y área verde. Nos bajamos, un clima súper rico ya te podés imaginar... Lo único que el camino o la llegada al restaurante en sí no es la más bonita, pero una vez llegamos a este, que tuvimos que subir unas escaleras de hierro, era muy bonito y acogedor. Cuenta asimismo con un jardín muy amplio afuera con mesas y se encuentra adornado con muchos animalitos, en su mayoría búhos, lo que le da un muy buen toque en mi opinión. La decoración del lugar es muy artesanal y cuenta con muchas pinturas en óleo y colores.

Decidimos por ubicarnos en la parte de adentro, pues como te he contado soy una gran friolenta y no hubiera aguantado estar afuera. Éramos los únicos clientes, nos llevó el menú una maitra medio mal encarada y le echamos un vistazo a este. En lo que nos decidíamos, pedimos un cafecito para comenzar el día y Gabriel preguntó si el café contaba con refill, a lo que nos contestaron que "sí" y nos lo llevaron incluso tapadito con plástico, lo que me encantó porque lo mantenía caliente en ese clima tan fresco. El menú de desayunos en realidad no es muy variado, pero no me importó porque por gracia del Señor no andaba mucha hambre y me fui por una orden de frutas.

Para mi buena suerte, me dice caritas que no tienen frutas, que me iba a quedar mal, así que me encachimbé y le dije que no quería nada entonces, sólo el café ($1.00). Luego, Gabriel muy consternado (osea no) pidió para él un Desayuno Ranchero ($5.00), un tamal de gallina ($1.25) y un jugo de naranja ($1.50) ya que el desayuno sólo incluía el café. A él no se le quitó el filo por mi desgracia. Después, preferí en vez de comer capricho, pedir una orden de plátano ($1.00) y crema ($0.50).



Llevaron como a los 15 minutos toda la comida de Gabriel, y mi plátano bien gracias, no aparecía, Me llevaron mi comida como a los 8 minutos después de la de Gabriel, lo que me pareció increíblemente molesto, era un pinche plátano. Bueno, ya casi terminando de comer, Gabriel pidió refill de café, a lo que la mesera le dice que sólo tiene derecho a un café más y que el mío no incluye "refill" porque no pedí desayuno completo. Osea creo que no saben el significado de refill, pues no cuentan con este, simplemente te llevan otro café adicional (si lo solicitás) por la compra del desayuno.




Bueno, después de esto, terminamos de comer y le pedí la cuenta a la mesera de las caras y me dice: "¿la quiere detallada o sólo el total?" maaaaaa, no me jodás haha ¡ya ves que sólo gente especial me sale! Finalmente me la llevó, pagué y fuimos a los sanitarios, que estaban abajo, pues los de arriba donde estábamos nosotros tenían llave. Los baños a los que fuimos quedaban como en un patio, frente a gallinas y patos, no eran los mejores sanitarios, pero no fue lo más incómodo de la visita.
 


Recomendaciones de Ariana:

Para salir de lo cotidiano es un lugar que subiendo la calle al volcán de San Salvador queda accesible y el clima es muy rico. Yo tuve la suerte de siempre de ser atendida por gente especial, pero los otros meseros se miraban muy amables. Los precios de los desayunos eran accesibles y el ambiente en este restaurante es muy bonito y agradable. Excelente para desconectarte un rato ya sea con un buen libro, compañía o en familia.


martes, 25 de agosto de 2015

Galaxy Bowling

Fue día lunes que andábamos reviviendo nuestra niñez, con Gabriel, y luego de ir un rato a las maquinitas de un centro comercial donde nos despertó el espíritu, nos dirigimos al Galaxy Bowling, a eso de las 7:30 de la noche. Llegamos y nos mandaron al parqueo con el que dicho negocio cuenta en la parte de atrás y entramos asimismo, por la entrada de atrás.

El local estaba tal y como lo recordaba, de hecho sin una tan sola remodelación notable: mismos colores, mismas bolas de boliche y -espero que no- mismos zapatos de alquiler. Llegamos al counter y nos atendieron inmediatamente, no habían muchas personas en el local. Preguntamos el costo de una hora de boliche y nos dijeron que sólo la hora eran $15.00 más el alquiler de cada par de zapatos ($1.75), por lo cual nos sugirieron el paquete para dos personas que era por $20.00 incluída la hora de boliche y dos hamburguesas clásicas, pero como no teníamos nada de hambre (no por milagro, sino que ya habíamos comido) pues optamos por la hora individualmente. Ellos también cuentan con paquetes para familias o alrededor de 5 personas.

Bueno, nos entregaron los zapatos de boliche y dejamos un zapato propio cada uno como garantía (no termino de entender por qué no le agarran a uno los dos zapatos, sino que tenemos que andar cargando el otro). La onda es que nos los pusimos y un chero con camisa color chiltota nos llevó a nuestra mesa o fila de boliche o como se llame.

Luego de buscar la bola ideal (que me costó un mi tanto) nos dispusimos a jugar y le di la talegueada del año a Gabriel, aunque mi desempeño comenzó a decaer porque noté que me estaba dañando las uñas el uso de la bola (las andaba largas y se me quebró una) entonces ya me importó menos ganarle haha (mujer tenía que ser). Bueno, también olvidé contarte que nos llevaron el menú en caso de que igual quisiéramos pedir algo de tomar o de comer.

El menú es muy variado, incluso cuentan con desayunos (WTF?!) para sábados y domingos a precios muy económicos ($2.20 - $2.75) con café incluído. Además, cuenta con pizzas, hamburguesas, ensaladas y entradas; y en bebidas te ofrecen hasta baldes de cervezas ($7.75 - $9.75) y los precios del menú incluyen la propina. Pero bueno, no puedo dar fe de la calidad de la comida en esta ocasión pues no pedimos nada, pero sí puedo decirte que la pizza que le llevaron a los de la par se miraba deli.

Finalmente terminamos la hora de boliche (ya habían más personas en el lugar que cuando llegamos) y nos dirigimos a la salida trasera, por donde entramos, pero no sin antes pasar por los baños. El baño de mujeres me encantó, estaba pulcro y es muy amplio, cuenta con dos lavamanos en el centro y a los lados tiene los sanitarios, que quizá eran unos 4-6. Gabriel me comentó también que los de caballeros estaban muy limpios y amplios. Claro, cuando visitamos los baños nos topamos con las personas que les dan mantenimiento, pero igual, súper bien que lo hagan.

Saliendo del baño nos dimos cuenta de que en la segunda planta cuentan con un billar/bar, el que me llamó mucho la atención y le pedí a Gabriel que subiéramos a echarle un vistazo. Se llama Stones Sports Bar, entramos y es pequeño, pero muy bonito, sentí por ese minuto que entramos, que estaba en un billar de los Estados (así sin paja). Es un billar cerrado y con aire acondicionado, eso sí, es permitido fumar, por lo que si no fumás pues te va a incomodar el olor o en el mejor de los casos sólo vas a salir con el pelo y la ropa ahumados... Y, pues, nos prometimos con Gabriel regresar algún finde a ver qué tal el billar y nos dirigimos al carro.

Recomendaciones de Ariana:

El boliche es definitivamente un lugar familiar, donde los niños la pasan excelente; sin embargo, también uno de adulto termina envolviéndose en este ambiente y terminás pasando un buen rato. Me parece que los precios son accesibles ($10 por persona con comida incluída) o aún más accesible si el grupo es grande. No olvidés llevar calcetines, pues son necesarios para poder jugar, sino te tocará comprar un par ahí y si sos chera, las uñas acrílicas o postizas seguramente te van a quedar en la bola, así que no es recomendable: yo me quebré una uña natural. Los baños, como te repito, súper limpios y amplios y el lugar en sí es seguro y agradable. Finalmente, quedo pendiente con el review que definitivamente le haré al billar (Stones Sports Bar).