Reunión en familia y había que ir a cenar; éramos mi hermano Luis, mi papá, mi abuela y yo. Y como es de costumbre, vamos ya en el carro y que nadie se decide adónde ir a comer, así que fuimos "donde ustedes quieran", que terminó siendo en esta ocasión Benihana, al ser esta la primera idea que se le vino a la mente a mi papá, mi abuela que no le importa adonde la llevemos y nosotros dos que moríamos del hambre.
Llegamos a eso de las 9:30 de la noche, no nos importó para nada sentarnos en un hibachi para que nos hicieran figuritas con el arroz frito frente a nosotros, y por suerte no estaba lleno (para ser vacación) así que nos ubicaron en una butaca cerca de la entrada. Lo que tienen en este lugar es que siempre te reciben con una sonrisa en la entrada, y te llevan a tu asiento.
Bueno, nos sentamos, yo no andaba para darme el lujo de leer entre todos los platos, me fui a lo seguro: sushi. El sushi de ahí ya lo he probado (algunos) así que me decidí por otro que sonaba prometedor. Luis pidió un plato de camarones de los que ordinariamente te preparan en el hibachi ($17.00), mi sushi que se llama Sumo que incluía camarones tempurizados y lleva caviar encima ($10.95), mi papá que pidió el sushi Spicy Tuna ($9.95) y la abuela que se pidió su arroz frito.
De entradita pedí unos vegetales tempura que te los tri recomiendo, son deliciosos y nunca son demasiados. Nos los llevaron en un tiempo prudente y les dimos vuelta. Ah, a todo esto, la Suprema estaba al 2x1 ($3.99), la abuela se pidió una limonada con maracuyá por el mismo precio y yo con mi botella de agua ($1.99). Más tarde nos llevaron la comida, que pedí que nos la llevaran toda al mismo tiempo, no porque siempre llevan antes el sushi y es incómodo comer cuando los demás aún no tienen su comida servida.
Finalmente, dejame contarte que terminamos de comer y de chambriar de la vida cuando tuve que visitar el baño de damas, del que nunca me he quejado, por lo que no lo pensé ni dos veces. Entrás y es un baño que se ve hasta elegante, muy bonito. Cuenta con 3 sanitarios, pero esta vez quedé muy desagradada.
Dos de los tres sanitarios que habían, estaban asquerosa y vomitoencimamente sucios. Tanto que no pude ni tomarles foto, temía ser asquerosa y deshacer mi celular. Tuve que esperar que se desocupara el otro. Y como a la par del lavamanos había un rótulo que decía "si el baño no está limpio ni a su satisfacción, hágalo saber al personal", no lo dudé ni dos veces y creo que hasta usé el adjetivo CERDO para referirme a éste con la amable empleada que nos llevó el post a la mesa para pagar.
Recomendaciones de Ariana:
Las instalaciones del lugar son muy bonitas, amplias y el personal es muy amable. La comida verdaderamente es rica y siempre salís de ahí casi que dando botonazos, porque salís con el estómago lleno. Sin embargo, te recomiendo que si los sanitarios no están limpios, o como me pasó a mí que los encontrás como se verían las puertas del infierno, no dudés en hacerlo saber para que esto lo puedan mejorar, pues nunca antes me había pasado ahí. Por lo demás, si querés ver que te jueguen la comida un rato antes de comer, pedí una mesa con hibachi y con suerte no te toca compartirla con otras personas (en caso que querrás privacidad a la hora de comer).
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