A eso de las 9 de la mañana fuimos a desayunar mi papá, mi hermano Luis y yo, justo antes de ir a dejar a Luis al aeropuerto. Por temas de conveniencia, ya que estábamos en el centro comercial El Paseo, nos quedamos a desayunar en San Martín, que para variar estaba cuche y nos tocó quedarnos en la parte de afuera, en una de las 3 mesas vacías.
Muy amablemente nos dió los buenos días una mesera y nos llevó el menú. A todo esto, yo me senté con la esperanza de que el calor que llevaba era pasajero, porque estaba haciendo un calor del demonio. A todo esto, estábamos revisando el menú, que es muy variado y rico en la realidad, no era mi primera visita al restaurante. Mi papá, como siempre de light, se decidió por una orden de frutas ($4.05), que solicitó a la mesera serciorarse de que fuera fruta "fresca" y avena ($2.20), Luis se fue por un Desayuno Motuleño que es el de los huevos con salsa ($7.25) y yo por un Desayuno Casero ($6.40) ah, y mi papá tuvo que pedir un café americano aparte ($1.40), pues no lo incluye su desayuno, a menos que sea desayuno completo como el de mi hermano y yo.
A todo esto, nos pusimos a platicar y nos llevaron las bebidas y el pancito en lo que esperábamos el desayuno en ese calor infernal (el centro comercial por ser abierto, de por sí no cuenta con aire acondicionado, pero estar comiendo así la verdad es muy incómodo). Luego tuve que levantarme al baño de damas, que me tocó ir al del centro comercial, que queda hasta el otro lado, pues el restaurante no cuenta con uno.
Al regresar a la mesa, vi que la comida estaba siendo servida, y todo se miraba en orden, hasta que mi papá se fijó en la piña que le habían servido en su plato, pues a pesar de que él mismo solicitó fruta fresca (cuando es algo OBVIO) se la llevaron toda magullada, como que tenía su par de meses en cocina. Vino mi papá y le dijo a la mesera: "La piña está pasada" y la mesera contestó: "No le gusta así?" HAHAHA no lo podíamos creer, sólo nos matamos de la risa con Luis y mi papá como es tan tranqui sólo se quedó con cara de "Ah?!" y se la hartó igual.
Finalmente terminamos de comer, mi papá esperanzado de que no le fuera a dar curso y yo con altos deseos de largarme de ese pequeño infierno. Pidió Luis la cuenta, la pagó y nos largamos inmediatamente.
Recomendaciones de Ariana:
A mí en lo personal me desespera mucho el calor, ya no digamos para poder comer en él, y este centro comercial es muy caliente por lo general. El San Martín de este lugar no es muy amplio de adentro, por lo cual casi siempre pasa lleno y toca sentarse afuera, donde es aún más caliente (a veces ni encienden el aire acondicionado de adentro). Por lo demás la comida es muy rica, sólo es de tener cuidado si vas a pedir fruta, porque no siempre es fruta fresca la que sirven.
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