
El local de hecho no es muy grande, pero cuenta con mesas tanto adentro como en una terracita frente al parqueo que da a la calle y el local es ambientado adecuadamente para su concepto. Entramos y notamos quizá unas 7 mesas ocupadas, es un restaurante que siempre ha contado con la afluencia de varios clientes. Y bueno, nos dispusimos a ordenar, pues inmediatamente nos atendieron y nos llevaron el menú, en lo que mirábamos qué pedíamos, ordenamos la bebida (talvez así nos calmábamos el hambre descomunal).

Dejame contarte que esta orden que te acabo de contar es la exacta orden que hacíamos con mi familia hace añales, con la diferencia que no pedimos arroz blanco. Es una hartazón deliciosa, ese Chao Min lleva vegetales, pollo, carne y camarón, y ese Pollo al Curry es algo formidable. De verdad recomendadísimo. Lo único que en esta ocasión el Chao Min lo sentí como si lo habían sobrecocido, pues estaba algo masoso. Pero a pesar de esto, no dudamos en darle con todo. Los platos además, son grandes, cada plato es para compartir y en promedio es para 2-3 porciones.

Finalmente, antes de largarnos, tuve que visitar el baño de damas. Este, lastimosamente podría tener un aspecto más limpio, creo que es hora de una pequeña remodelación del mismo. Sin embargo, no era un sanitario que no pude utilizar. Regresé a la mesa, pedimos la cuenta e inmediatamente nos la llevaron.
Recomendaciones de Ariana:

Si visitás el restaurante en horas pico, el carro muy probablemente tendrá que quedar en la calle anexa. Por lo demás, la comida del restaurante es excelente y muy abundante; si andás con hambre y ganas de comer algo rico, te lo recomiendo al 100 por 100; el menú es variado, cuenta con carnes, pollo, arroces, sopas, pato, cerdo, etc. Aparte de eso, el servicio es muy bueno, pues no me puedo quejar de él, me atendieron súper rápido y no tuve queja alguna con la orden.
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