Lastimosamente, a la hora de llegar a Olas Permanentes, no cabía ni un alma, ya no digamos nuestro pobre carro. Así que ya íbamos para afuera, pero como en la misma calle se encuentra Casa Frida, decidimos darle una oportunidad a este lugar, considerando que ya estábamos ahí y que este sí tenía espacio en un parqueo anexo.
Bueno, nos bajamos y el lugar es agradable (aunque con parqueo muy limitado), el restaurante cuenta con una terracita de segunda planta donde hay un par de mesas y abajo hay una barra en la orilla con vista al mar, en la que nos ubicamos a falta de mesas disponibles frente a la playa. Obviamente, por ser un lugar abierto, se puede fumar sin problema alguno. El lugar no cuenta con música, esto lo tengo muy presente porque agoté la batería de mi celular poniendo canciones en YouTube.
Habíamos ordenado unas cuantas Pílsener ($1.50 c/u) y unas papitas fritas como snacks o entradas ($3.00). Las cervezas llegaban ipso facto, pero esas papitas tardaron su media hora de barato. Como el carro quedó parqueado en el lote anexo, Gabriel tuvo que ir a mover el carro, pues estaba bloqueando a alguien por indicación del señor encargado del parqueo.
A la hora de ir a visitar el baño de damas, me topé con un hombre saliendo del sanitario de mujeres, lo que me causó incomodidad y un poco de molestia, pues los baños están bien señalizados. La limpieza de los mismos no era la mejor, pero no puedo decir tampoco que eran unos sanitarios que no se podían usar, teniendo en cuenta que en el mar es muy difícil mantenerlos nítidos el 100% del tiempo, al haber arena y agua de por medio.
Al regresar con Gabriel, nos movimos a una de las mesas que tenían buena ubicación, que ya la habían desocupado para entonces y fue ahí que nos decidimos por un coctel de camarón en salsa rosada y aguacate ($9.50) y pregunté si vendían cajetilla de cigarros, a lo que recibí una respuesta negativa, sin embargo un mesero me dijo que podía ir a comprarme una por el razonable precio de $5.00 (porque allá "eso valían"), así que nos hicimos el favor de no fumar por el resto de la estadía.
Lo qué si es muy atractivo, es el menú, a mi forma de ver, pues es muy completo: cuenta con desayunos, aperitivos, cocteles/ceviches, platos fuertes e incluso postres. Los precios, tomando en cuenta la zona turística y el concepto del lugar, son razonables y hasta donde conocimos, no tuvimos queja con la comida.
Recomendaciones de Ariana:
Primero que nada, considero importante la hora de la llegada al local, ya que para que tu carro quede adentro y bien ubicado sin futuras molestias, debés llegar temprano, en el transcurso de la mañana al medio día. Segundo, tené presente que no venden cigarros y no vimos ninguna tienda cercana. Finalmente, sólo puedo sugerirte que llevés tu completa disposición a pasarla tri relax en un ambiente familiar y cálido, frente a una bella vista.
Muy buen lugar para descansar y relajarse después del estrés de una semana agitada.
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