Taberu - Sushi and drinks

Fue miércoles que decidimos ir por algo de comer y un parcito tranquilón para bajar el estrés laboral y demás altibajos diarios. Así que nos dirigimos con Gabriel a Taberu, a ver cómo estaba el mambo ahí, ya que teníamos la impresión de que habían remodelado o habían estado trabajando algo y además, venden un sushi muy deli, y eso sí es un gran plus para nosotros.

Bueno, llegamos. El parqueo es limitado, pero para lo que se les llena es más que suficiente. Y esta vez nos dimos cuenta de por qué ya no se les llenaba: esa remodelación (del centro comercial, no de ellos) les ha afectado sobremanera. Un balcón o pequeña terraza que tienen y que da al Paseo General Escalón ha sido obstruido y completamente bloqueada la vista del mismo por la remodelación de la fachada del centro comercial. Por si eso no es suficiente, la gran terraza con la que contaba Taberu, del lado opuesto, ha sido reducida a la mitad proximadamente, e ignoramos el por qué y la vista que tenía a las Fuentes Bethoven, también ha sido obstruida. Lo que te quiero decir es que nos sentíamos encerrados, envueltos en paredes de plástico negro y sin el fresco clima que tanto lo caracterizaba.


Bueno, te cuento que nos sentamos en esa terraza, donde es área de fumar (en las mesas de adentro no se puede). Pedimos una orden de sushi cada uno ($6.00 - $7.50) y un par de Pilsener ($1.50 c/u) que esperábamos con ansias, pues si algo tienen ahí es que la cerveza te la sirven bien fría, y esta no fue la excepción (mil puntos). La mesera fue muy atenta, sin embargo, hubo algo que no nos gustó. Nosotros habíamos ido con anterioridad y sabíamos de una promoción, que si pedías dos órdenes de sushi, te regalaban la tercera (3x2), sin embargo ella no nos dijo absolutamente nada, así que Gabriel le preguntó de esta promoción y ella dijo que sí, que así era, que de qué queríamos el otro plato de sushi.

En lo que esperábamos ese último rollo, tuve que levantarme al baño de damas, el que te apuesto que no le han puesto una mano desde mil novecientos ayer, hasta los azulejos son viejos y en general se ve descuidado. El dispensador del jabón líquido no sirve, si querés jabón tenés que abrirlo de arriba e introducir tu mano, y no hay dispensador de papel higiénico. En pocas palabras, es de visitar el baño sólo porque no hay de otra.
 

Algo que quería comentar es que por lo menos han cambiado las sillas de afuera, ya no son aquellas incómodas que eran de pitas de hule o plástico (como de busero), ahora son de madera por lo menos, logrando mantener el mismo concepto. Finalmente, lo que siempre tienen ellos, es que la música es muy buena y agradable, lo que genera un ambiente agradable para departir. Luego de comer y platicar, decidimos que era hora de retirarnos, por lo que pedimos la cuenta y rápidamente nos la llevaron a la mesa.

Recomendaciones de Ariana:

Si lo que necesitas es un lugar para ir a charlar, comer buen sushi y un par de heladas de verdad heladas, te recomiendo que te des tu vueltita por ahí, sin embargo difícilmente permanecerás mucho dentro del local debido a la sensación de encierro. Ten en cuenta preguntar por promociones vigentes, ya que no te ofrecen nada a la hora de ordenar. Por lo demás, puedo decirte que es un lugar muy discreto y a pesar de todo, en estos dorados tiempos, sigue siendo agradable.